Los gofres se comen en todo el mundo, particularmente en Bélgica donde es tal su pasión que hasta tiene más de una docena de variedades regionales. Un ejemplo más de que este dulce está tan introducido en la gastronomía que, incluso, goza de su fiesta: el 25 de marzo de cada año se conmemora su celebración. Como sucede en el restaurante Waffle Barcelona (Gran Vía Les Corts Catalanes 300 en Barcelona), la mejor opción para poder comer un sabroso gofre en buena compañía ya que ofrece una amplia variedad para todos los gustos.
Waffle Barcelona, un negocio familiar que nació a principios de 2017 con gran ilusión, hoy convertido en un referente en su especialidad, ofrecerá para los clientes que quieren celebrar esta efeméride de gofres a precios económicos, entre 5 y 10 euros, y en sus más originales creaciones. Entre ellas, la variedad salada de de aguacate con huevo y beicon; dulces, como el de Oreo que lleva chocolate negro, nata montada y helado artesanal de oreo, y especiales, por ejemplo el argentino con dulce de leche, nata montada, helado artesanal de dulce de leche, nueces y plátano.
La filosofía del Waffle Barcelona es ofrecer un producto natural, casero y a buen precio, siempre acompañado de un buen servicio. Ha logrado crear un concepto único: Un sitio para todos.
Pura repostería
El Día Internacional del Gofre homenajea este postre, milenario y mundialmente conocido. Es una especie de galleta crujiente parecida a un barquillo, que en el plato suelen semejarlos con un lienzo en blanco porque permiten poder combinarlos con ingredientes al gusto.
Su masa se hace a partir de harina de trigo, leche, levadura fresca, huevo, mantequilla y azúcar. Una vez se obtiene la masa, se cuece en una gofrera, una máquina de metal especialmente utilizada para cocinarlos y que tiene una base en forma de rejilla que permite darles su forma tradicional cuadrada.
Hay muchas variaciones según el tipo de plancha para gofres y la receta utilizada, pero para que el resultado de su cocción quede perfecto el gofre debe ser tierno por dentro y crujiente por fuera.